La actitud adecuada es un aspecto muy importante en la vida de toda persona, es un condicionante que puede marcar el éxito como el frasco. La única forma en que los humanos pueden cambiar es si eligen cambiar. Antes de cambiar, uno debe querer cambiar, y decir estar abierto al cambio. Llamamos esta apertura la actitud. En la realidad, todas las personas quieren buenos resultados, pero no todas las personas están dispuestas a tener la actitud de los resultados. 

La actitud nos lleva hacia delante o nos mantiene atrapado en el pasado y el presente.

En su mayor parte, estamos dispuestos a trabajar duro.

La mayoría de nosotros sabemos que tenemos que pagar el precio para alcanzar el éxito y la felicidad. 

Lo que muchos de nosotros no sabemos es que tenemos tener una buena disposición interior, esto que llamamos la buena actitud, la actitud correcta, que es uno de los ingredientes para lograr cambios sostenibles en el tiempo.

Uno de los factores que predice el resultado de nuestro esfuerzo: es actitud. La actitud es tan importante como el cambio de creencias, y la adopción de nueva mentalidad.

La actitud solo puede oscilar en dos polos: actitud positiva vs actitud negativa.

La actitud positiva es una elección consiente. La buena actitud no se imponen, se construye se aporta. La actitud determinará cuánto de nuestro futuro veremos. La actitud acompaña la realización de los sueños. 

La buena actitud produce una reserva de energía, mientras que la mala actitud es un parasito, un ladrón emocional que nos roba vitalidad y perspectivas, así como entusiasmo. 

Desde la perspectiva del coaching, es bueno hacerse preguntas respecto a la actitud tales como:

El Coaching observa lenguaje, cuerpo y emoción, y como no puede ser de otra manera, nuestra actitud influye poderosamente en nuestro lenguaje verbal y no verbal. También hay que saber que la actitud es detectable, puede verbalizarse. Uno de los indicadores de la actitud es el lenguaje del individuo, su modo comunicacional. Cuando hay buena actitud, el tono es siempre reconciliador. 

La altitud que puedes ascender en la vida no depende tanto de tus aptitudes, sino de tu actitud. Dicho de otro modo, la mala actitud anula la buena aptitud

A través le coaching se puede trabara sobre esta disposición interior que llamamos la actitud.

El cambio de actitud es posible. Debe ser un desafío personal.

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