El coaching que se limite solo a logro de cosas materiales es un coaching materialista, que no ira muy lejos. Hay cosas en la vida que valen más que tener un «éxito empresarial”, comprarse un coche como su “mayor sueño”, ser el atleta mas galardonado, ser en el mejor empleado en tu empresas.

La prioridad en el coaching deberá ser Dios y asuntos espirituales, luego tú mismo (tu mente, tus emociones, tu cuerpo, tus habilidades, tu salud, etc.), y luego ya vienen otras necesidades. Este es el orden para todas las cosas, todas las metas, todos los logros. Debes darte cuenta que en ese orden, tu familia que es vital y de gran importancia, es tu núcleo natural de vida.  Ningún logro te será útil si te aleja de tu familia. Deberías saber que en la vida debe haber una hierarquía de las prioridades, que seamos creyentes o no. Todo en la vida funciona bajo principios y leyes.

Después de la fe, lo que involucra tu vida espiritual,  viene la familia. No importa lo ambicioso que seas, tu familia debe ser una de tus prioridades más altas. Debes hacer todo lo que esté en tu poder y capacidades para proteger tus relaciones familiares, para tener una familia sana, lo que involucra un matrimonio exitoso, donde el hombre y la mujer encuentran respectivamente su lugar.

Si alguna vez las cosas se ponen realmente difíciles, querrás depender de quienes comparten tu sangre, y esto es tu familia; tu mujer, tu marido, tus hijos/as. Tienes el deber de defender  a los miembros de tu familia y cuida sus intereses, participar a su plenitud.

A la larga, tú serás mucho más rico si la familia llega antes de la carrera, de tu profesión, de tus negocios, de tus sueños más locos. ¿A qué te sirve tener éxito en tus negocios has perdido a tu familia?

Jesucristo en la Biblia hizo una pregunta que todo ser humano debe plantearse  y tener una respuesta inequívoca: ¿Para qué sirve a un hombre ganar el mundo si ha perdido su alma?

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