Actitudes pasivas y destructivas frente al estrés

El estrés puede ser abrumador, pero las actitudes pasivas frente al estrés no son la mejor manera de abordarlo. En lugar de adoptar actitudes pasivas, es importante buscar enfoques activos y saludables para manejar el estrés.

Las personas pueden adoptar actitudes pasivas frente al estrés por diversas razones. A continuación, se presentan siete posibles motivos:

  1. Autocrítica y perfeccionismo: Las personas que son autocríticas o perfeccionistas a menudo tienen dificultades para pedir ayuda o buscar soluciones, ya que pueden sentir que deben hacer frente al estrés por sí solas y de manera impecable.
  2. Coping ineficaz previo: Si alguien ha intentado estrategias de afrontamiento que no han tenido éxito en el pasado, es posible que se vuelva pasivo ante el estrés por la creencia de que no hay soluciones efectivas.
  3. Depresión o ansiedad: Los trastornos de ansiedad y depresión pueden afectar negativamente la capacidad de una persona para enfrentar el estrés de manera activa. Esto puede llevar a la pasividad y a una sensación abrumadora de que no se puede cambiar la situación. Estrés + ansiedad + depresión = un coctel muy peligroso.
  4. Desesperanza aprendida: La desesperanza aprendida es una creencia de que no importa lo que hagas, nada cambiará. Las personas que han experimentado reiterados fracasos en el manejo del estrés pueden desarrollar una actitud pasiva debido a la desesperanza aprendida.
  5. Falta de conciencia: A veces, las personas no son conscientes de la magnitud de su estrés o no comprenden los efectos negativos que puede tener en su bienestar. La falta de conciencia puede llevar a la pasividad, ya que no se reconocen la necesidad de actuar o buscar soluciones.
  6. Falta de recursos o apoyo: La falta de recursos económicos, sociales o emocionales puede hacer que las personas se sientan impotentes frente al estrés. Si perciben que no tienen acceso a la ayuda o los recursos necesarios, pueden volverse pasivas.
  7. Miedo al cambio: El estrés a menudo está relacionado con situaciones inciertas o cambios en la vida. Algunas personas pueden adoptar una actitud pasiva debido al temor a enfrentar cambios, incluso si son necesarios para reducir el estrés.

Debemos tener en cuenta que la pasividad frente al estrés no es una estrategia efectiva a largo plazo. Reconocer las razones detrás de esta actitud pasiva es un paso importante para abordar el estrés de manera más activa y saludable.

Buscar apoyo, desarrollar habilidades de afrontamiento y cambiar patrones de pensamiento negativos pueden ser pasos importantes para superar la pasividad y manejar el estrés de manera efectiva.

El coaching es una buena herramienta para abordar el estrés de manera profundo, y no desde la contemplación del falso ego.

Aquí tienes una lista de actitudes que podrían considerarse pasivas frente al estrés, con la advertencia de que no son estrategias recomendadas para manejar el estrés, sino ejemplos de actitudes que no son efectivas:

En lugar de adoptar actitudes pasivas frente al estrés, es fundamental buscar estrategias efectivas y activas para gestionarlo. Esto puede incluir la práctica de la atención plena, el ejercicio regular, el apoyo social, la terapia y otras técnicas de afrontamiento saludables.

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